Como continuación del trabajo de desarrollo personal que perseguimos en nuestra escuela, el curso pasado celebramos el día 8 de marzo, día de la mujer trabajadora, volviendo la mirada a nuestra historia personal de mujeres. Elaboramos textos para recordarnos en nuestra infancia y luego grabamos nuestras intervenciones que editamos al final del curso con todas las actividades realizadas.
Este año queríamos seguir investigando en nuestros orígenes y al mismo tiempo rescatar figuras de mujeres, tal y como se está haciendo en los últimos años con mujeres olvidadas en la historia.
Para ello miramos un paso más atrás de nuestra infancia y pensamos en nuestras madres: al nombrarlas volvíamos a traer a la vida, su vida, su actividad cotidiana, sus problemas, sus alegrías, sus sufrimientos pero también sus esperanzas.
Y desde la realización de esas esperanzas, desde nosotr@s, agradecimos su contribución a la vida actual grabando su recuerdo.
Así, poco a poco vamos construyendo el libro de nuestras vidas, únicas, irrepetibles y maravillosas por ser nuestras.
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